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Nochecitas alegres, mañanitas tristes

Ayer por la tarde, después de nuestro proyecto fuimos a merendar.

Al terminar, tuvimos tiempo libre en el cual nos dedicamos a jugar un juego tradicional por todo el pueblo, “el infectado”. Una especie de pilla-pilla en el que el infectado, va “infectando” a los demás, hasta que solo quede uno… the winner.

Al terminar de jugar nos fuimos a ducharnos a nuestras casas. Luego tuvimos que ir a cenar después de una larga tarde la cual (como todas) se hizo eterna. Por la noche tuvimos actividades nocturnas (no seáis mal pensados) las cuales consistían en reunirnos en la discoteca del pueblo llamada “LOS PECADORES”… uy pues sí que suena mal. Jugamos (a unos juegos que estaban más amañados que eurovisión) nos fuimos a nuestras habitaciones, pero no a dormir, sino a jugar con compañeros andaluzes y compañeras gorronaz de nueztro inztituto laz cualez no ze iban ni a tiroz…

Al final, como podéis ver, conseguimos que se fuera cada cual a su casa.

Durante la noche, los que dormían en nuestra habitación inventamos un código morse pahablar con las chicas de la casa de las conchas (no es lo que parece).

Sobre las 2:30 AM nos entraron ganas de comer algo, porque el “pienso” que nos dieron para cenar estaba muy malo (cayeron 3 paquetes de tosta rica).

De que nos queríamos dormir, no faltaban 3 h para empezar el trabajo y un nuevo día que parecía que duraba años (por no haber dormido lo suficiente, todo sea dicho).


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